lunes, octubre 17, 2005

Oh

Este fin de semana estuve haciendo que estudiaba, así que no tuve a Pelucón conmigo. Extrañé su dormir peludito, tenía ganas de abrazarlo y pellizcarle los cachetes.

Es de destacar que es muy difícil abrazar a un hamster, no se dejan. Así que siempre es un anhelo frustrante.

1 Comments:

Blogger Jack said...

¿Seré un hamster entonces? Me dejo pensando esta reflexión...

2:15 p. m.  

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