lunes, noviembre 06, 2006

Geronteadas

Acá vemos a Pelucón en la ruedita, posando. Qué gordito hermoso y peludo.

Bueno, esa foto es de su juventud... La vida de los hamsters pasa muy rápido, realmente. Ahora está viejin, con un poco menos de pelo y mucho más canoso (el marroncito de la cara está descolorido). Pero no piensen que está moribundo, eh. Nada que ver. Perderá el pelo, pero no las mañas...
Así es que todas las noches hace sus escapadas y anda sueltito por toda la casa. Incluso se sube a la cama y nos va a despertar un rato... (para alegría de Adro :oS).
Cuando va llegando la mañana, muchas veces empieza a hacer ruido en los alrededores de su pecera. Rasca la caja metálica, mordisquea la puerta... La cuestión es que con tanto alboroto nos despertamos y lo subimos a su pecera. Y contento, come algo y se acuesta a dormir por todo el resto del día.

Una cosa que me sorprende es que yo tengo al lado de su pecera, en el piso, una ruedita que le habia comprado, y luego, como la pecera nueva trajo ruedita, cayó en desuso. A la mañana siempre esa ruedita aparece como a un metro de donde yo la dejo... Así que, finalmente, andar en rueda lo conduce a alguna parte, jaja. Bueno, la verdad es que me sorprende que pudiendo andar totalmente libre y por donde quiere, elija usar la ruedita. Me sorprende y me tranquiliza, porque ahora se que es un juego que realmente les gusta a los hamsters, y no es lo que usan porque "es lo que hay".

1 Comments:

Blogger Uschi said...

Que lindo! es algo que solo los que vivimos con mascotas podemos entender. Felicitaciones y saludos

1:37 p. m.  

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